Las travesuras y la energía inagotable de los niños pueden llevar a ocasiones donde las lesiones se vuelven inevitables. Debido a su estilo de vida activo y participación en actividades deportivas, es importante que estemos preparados para afrontar y tratar las posibles lesiones de manera adecuada.

Causas comunes de las lesiones pediátricas
Caídas: Las caídas son una de las principales causas de lesiones en niños. Ya sea al jugar, correr o saltar, los niños pueden tropezar, resbalar o caerse, lo que puede provocar fracturas, esguinces o contusiones.
Actividad física intensa: Los niños suelen ser activos y participar en actividades deportivas y juegos vigorosos. Estas actividades pueden aumentar el riesgo de lesiones, como torceduras, distensiones musculares y desgarros.
Lesiones deportivas: Los niños que participan en deportes pueden estar expuestos a lesiones como esguinces, distensiones musculares, luxaciones o fracturas debido a movimientos bruscos, colisiones o sobreesfuerzo.
Juego descuidado: Durante el juego, los niños pueden involucrarse en actividades descuidadas o arriesgadas, como saltar desde alturas, trepar a árboles o practicar acrobacias, lo que aumenta el riesgo de lesiones.
Accidentes en el hogar: Los accidentes en el hogar, como caídas por escaleras, golpes con objetos o quemaduras, también pueden ocasionar lesiones en los niños.

¿Qué se hace en fisioterapia infantil?
Ejercicios terapéuticos: Se utilizan ejercicios específicos para mejorar la fuerza, la flexibilidad y la coordinación motora del niño, promoviendo su recuperación y desarrollo.
Terapia manual: A través de técnicas de masaje, estiramientos y movilizaciones, se busca mejorar la movilidad de las articulaciones y aliviar la tensión muscular.
Estimulación temprana: En casos de lesiones en bebés o niños pequeños, se implementan técnicas de estimulación temprana para promover el desarrollo motor y cognitivo.
Electroterapia: Se pueden utilizar dispositivos electrónicos como la electroestimulación o la terapia de ultrasonido para aliviar el dolor, reducir la inflamación y promover la curación de los tejidos lesionados.
Educación y asesoramiento: Nuestros fisioterapeutas brindan orientación a los padres y cuidadores sobre cómo apoyar la recuperación del niño en el hogar, proporcionando pautas de actividad, ergonomía y prevención de lesiones.

Lesiones tratadas en fisioterapia pediátrica
Lesiones musculoesqueléticas: Esguinces, torceduras, fracturas, luxaciones y lesiones de crecimiento son tratadas para promover una recuperación completa y prevenir complicaciones a largo plazo.
Trastornos neuromusculares: La fisioterapia ayuda a tratar condiciones como parálisis cerebral, distrofia muscular, espina bífida y trastornos del tono muscular, mejorando la función motora y la calidad de vida del niño.
Problemas posturales: La fisioterapia aborda desequilibrios musculares y alteraciones posturales, como escoliosis o cifosis, mediante ejercicios y técnicas específicas.
Rehabilitación después de cirugías: En casos en los que se requiere cirugía ortopédica, la fisioterapia juega un papel crucial en la rehabilitación postoperatoria, ayudando al niño a recuperar su fuerza, movilidad y funcionalidad.

¿Cuándo es necesaria que un niño realice fisioterapia?
La fisioterapia es necesaria cuando un niño ha sufrido una lesión o tiene dificultades en su desarrollo motor. En estos términos, es recomendable que un niño realice fisioterapia en los siguientes casos:
Desarrollo motor retrasado: Si el niño no alcanza los hitos motores esperados, como sentarse, gatear, caminar o realizar movimientos específicos a ciertas edades, puede ser necesario recurrir a la fisioterapia para evaluar y abordar las posibles dificultades en su desarrollo.
Lesiones o traumatismos: Cuando un niño ha sufrido una lesión o traumatismo, como una fractura, esguince o lesión deportiva, la fisioterapia puede ayudar en su proceso de recuperación, acelerar la cicatrización, restaurar la funcionalidad y prevenir complicaciones a largo plazo.
Condiciones médicas crónicas: En casos de condiciones médicas crónicas que afectan el sistema musculoesquelético, como parálisis cerebral, espina bífida o distrofia muscular, la fisioterapia desempeña un papel clave en el manejo y la mejora de la calidad de vida del niño.
Problemas posturales y de alineación: Si se detectan problemas posturales, desequilibrios musculares o desalineación en la columna vertebral, la fisioterapia puede ayudar a corregir y mejorar la postura, promoviendo una alineación adecuada del cuerpo.